miércoles, 1 de diciembre de 2010

Una cosa es “imposible” y otra muy distinta “difícil”.


Escribo estas líneas a bordo del AVE que he tomado de vuelta a Madrid poco después de las tres. Esta mañana he dado una charla en la sede de la Confederación de Empresarios y a continuación ha intervenido Eva Fernandez Molina (Dopp Consultores). Eva ha impartido una charla magnífica sobre liderazgo. Me quedé en calidad de alumno a su intervención y me sorprendió (nos sorprendió a todos) con dos interesantes dinámicas de grupo. La segunda de esas dinámicas consistía en que cada uno de los presentes pensase en cuál era su “sueño”, es decir, lo que pretendía hacer en la vida dentro de un determinado plazo. Acto seguido, debería intercambiar ese proyecto con la persona que tenía al lado y después con otras. Se trató de una acción muy euforizante para todo el mundo: cuando cuentas un sueño/proyecto es que vas en serio, que tienes la determinación de que ese sueño se cumpla.

Sin embargo, una alumna preguntó:

- ¿Se puede incluir un sueño imposible?

Las condiciones del juego exigían que se tratase de algo realizable, aunque difícil, así que lo quedaba coleando era: ¿con cuánto nivel de dificultad? Por el tono de la alumna parecía ser que la dificultad era considerable.

Piensen ahora por un momento: ¿a qué tipo de sueño imposible podía estar refiriéndose aquella mujer? Les invito a que hagan la experiencia con ustedes mismos: ¿se atreven a hacer una lista de “tres sueños imposibles” en los que alguna vez hayan pensado? Háganlo, por favor, y a continuación, si es que todo esto les sigue interesando, lean los cuatro siguientes párrafos.

Siguiendo las instrucciones de Eva para la realización de la dinámica, intercambié mi sueño con la persona que estaba a mi lado y después busqué deliberadamente a la chica del sueño imposible. Me dijo:

- Tengo un hijo de 15 años que es ciego de un ojo. Desde que era chiquitín siempre tuvo la ilusión de ser bombero, tal como les pasa a tantos otros niños. Pero a medida que se iba haciendo mayor, ese deseo se fue convirtiendo en algo muy fuerte, en una auténtica vocación. Sin embargo, fue perdiendo la vista poco a poco en ese ojo. Los oftalmólogos dicen que es un proceso degenerativo y que no tiene remedio. Su sueño no se cumplirá, y tampoco el mío, o sea, el de verlo feliz y realizado.

Le pregunté si había hablado en profundidad de este asunto con él y me dijo que sí. También me dijo que la realización personal del muchacho estaba vinculada al hecho de ser útil a los demás, y eso me llamó especialmente la atención. “Puede que no llegue ser bombero –le dije– ni policía, ni guarda de seguridad… pero tal vez podría llegar a ser instructor, incluso jefe de un servicio público, o escritor comprometido con el tema de la seguridad ciudadana o incluso propietario de una innovadora empresa de seguridad. ¿Por qué no?”.

Mientras tanto, la sala se había convertido en una algarabía de personas ilusionadas que no sólo decían a los demás cuáles eran sus sueños, sino que incluso aportaban detalles acerca de cómo lo harían, cuánto tiempo les llevaría cumplirlo y todo eso. Mi interlocutora contenía las lágrimas; había empezado a pensar de otra manera, a ver oportunidades donde antes sólo veía barreras y depresión. Me dio dos besos. Allí estaba ante mí, entera, absolutamente resuelta. Había algo más que esperanza en su expresión. Se trataba de resolución. No era resignación lo que ella y su hijo necesitaban, sino ponerse manos a la obra. Estoy seguro de que los dos han empezado con la tarea.

¿Y cuál fue mi sueño? Éste: Ser el mejor Yo que fuese capaz de llegar a ser. Para mí y para lo demás. Todavía no lo he conseguido. Pero voy mejorando día a día.

Y ahora dime: ¿de qué tipo es tu sueño? ¿De los imposibles o de los difíciles?

3 comentarios:

  1. pienso que un sueno es para compartir.entonces tiene los dos sentidos conjuntos.
    cordialement

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  2. Gracias por recordarme la importancia de nuestras Respuestas, la actitud que tomamos frente al Entorno que ocurre y no controlamos. ¿Reaccionamos o Respondemos? Somos activos o reactivos... Con frecuencia necesitamos ese Compartir para que otra persona nos descubra un mundo diferente, y cuando eso ocurre nos llenamos de nuevas esperanzas y energías. ¿Qué tal si nos habituamos a buscar esos mundos nuevos?¡Qué bueno es hablar!¡Qué necesario es que te escuchen! y ¡qué gratificante es escuchar!
    Yo os necesito.

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  3. A pesar de no dormir muy bien, siempre he sido un soñador.;-). Pero dada mi situación laboral, creo que mis sueños se dividen entre difíciles e imposibles. Esto gestionando mi determinación. Espero no tardar demasiado.

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